Era 1969 en Leicester, Inglaterra cuando una banda de rock progesivo y hard rock se abría paso en el under causando escándalo por utilizar simbología satánica y ocultista. Despertaron interés en gran parte del público por sus extrañas actuaciones en vivo en las que, por ejemplo, simulaban sacrificar a una mujer . El espanto llego a su paroxismo cuando el disco Sacrifice trepó hasta el puesto número 32 del ranking. Pero tranquilos, nada tiene que ver con el death metal y cualquiera de sus variantes. Este disco que les traigo pertenece a lo que podríamos llamar la segunda etapa de la banda, en la cual dejaron de lado sus estrafalarios actos con el propósito de acercarse a una mayor audiencia.
El disco abre con Tears and Wine y un Riff potente combinado con una atmósfera comparable a la de Yes o King Crimson culminando con un solo fulminante. The Gypsy, de clara influencia folk, nos remite a la mejor época de Jethro Tull con la flauta a cargo de Clive Jones. Sin embargo, a partir del minuto 2:30 aproximadamente la canción incorpora una guitarra wah-wah convirtiendose en un híbrido bastante interesante.
When my mind was young es, a mi gusto, lo mejor del álbum. El punteo baladístico de la guitarra se despliega entre medio de un coro de voces hipnotizantes. Quizás me equivoque, pero parece ser la obertura de una miniópera. De hecho, si escuchan atentamente, podrán encontrar ciertas similitudes con Tommy de The Who. Legend of Creation cierra esta gran obra demostrando que Bob Bond (bajo), Clive Box (batería) y Zoot Taylor (teclados) no son ningunos improvisados.
Tracklist:
1) Tears and Wine
2) The Gypsy
3) Bridge Passage
4) When my mind was young
5) The Journey
6) Poser
7) Mary Clark
8) Wait Until Tomorrwo
9) An Afterthought
10) Legend of Creation
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